Barbara y Joe Anderson
Los Testigos de Jeovah que casi vamos a predicar puerta a puerta con Michael Jackson
La siguiente historia forma parte de las muchas aventuras que viví mientras vivía y trabajaba en la congregación Brooklyn Bethel que fue mi casa desde 1982 a 1993.
A mediados de los 80, Michael Jackson estuvo de gira por las principales ciudades de USA tras el lanzamiento de su disco "Thriller". Me enteré de la visita de Michael a la zona de New York gracias a Tim, que también trabajaba en la congregación, cuando me llamó al trabajo para preguntar si mi marido, Joe, y yo querríamos acompañar a Michael Jackson durante el servicio del Sabado.
Los tíos de Tim, los dos hermanos de su padre, eran dos de los Ancianos más prominentes de Burbank, California, y también conocía a muchos Tesgiso de la zona, inclyuendo a otros Ancianos y sus familias. En consecuencia, Tim supo de primera mano el gran impacto que tuvo Michael en muchas de las congregaciones a las que asistió a finales de los 70 y comienzo de los 80. Todos los Ancianos fueron muy diligentes a la hora de mangener sus congregaciones equilibradas ante la situación de tener a alguien tan famoso que fuese Testigo de Jehovah. Sólo se puede uno imaginar lo dificil que era para Michael participar en las actividades de los Testigos con los periodistas siguiendole continuamente.
Cuando Michael llegaba al Salón del Reino no había tiempo para el aburrimiento y me enteré de algunas situaciones cómicas que se dieron. Michael solía entrar cuando las reuniones habían empezado y se sentaba en la última fila para evitar miradas y cuchicheos.
Una vez, el hijo pequeño de una señora recién llegada entró en el baño de los chicos y Michael había entrado también. El chico se sorprendió de ver a alguien tan parecido a Michael Jackson. Finalmente le preguntó, "¿Eres Michael Jackson?" Michael dijo que si, pero el chico seguía sin estar convencido y le pidió que hiciese el moonwalk. Michael accedió. ¿Os podéis imaginar la cara del pequeño viendo a su ídolo hacer el moonwalk en el baño del Salón del Reino. Cuando volvió a su banco con su madre, esta le preguntó porqué había tardado tanto. Alucinado le contó lo ocurrido a su madre, pero ella no le creyó y le dijo que pensaba darle una reprimenda cuando llegasen a casa.
Junto con las cosas divertidas que ocurrieron, escuchamos también otras negativas sobre cómo muchos de los Testigos buscaban a Michael por su dinero o le pedían ayuda para entrar en el mundo del espectáculo, y también hubo Testigos femeninas que querían salir con él. Por supuesto, los Ancianos aleccionaron a esa gente. Es más, aleccionaron a Michael por el gran número de quejas recibidas de Testigos de todo el país infelices con el mal ejemplo que daba Michael con su comportamiento lascivo en el escenario y sus videos impactantes y "mundanos".
Sin embargo, muchos Testigos jovenes no se quejaban, sino que emulaban y adoraban el suelo por donde pisaba Michael. Esta fue la situación en la zona de Flatbush en Brooklyn donde asistimos a reuniones religiosas durante nuestros años en Bethel y había 20 congregaciones en seis kilometros cuadrados. Casi todos los que asistían a las reuniones eran negros, la mayoría de las Indias Occidentales, algunos de África, o afroamericanos y muchos de sus hijos estaban fascinados con Michael Jackson. Tenían posters suyos colgando en sus cuartos, caminaban como él y cantaban sus canciones.
Era la norma que aquellos chicos dejaran su asociación con la religión en cuanto les era posible y se pensaba que las acciones de Michael Jackson estaban contribuyendo a este éxodo. Para los Testigos "maduros" él suponía un muy mal ejemplo para los niños de la organización. Y en este ambiente fue cuando Tim nos llamó a mi y a mi marido para ver si queríamos asistir a un servicio en Brooklyn con Michael Jackson.
Supe por Tim que Michael iba a hacer trabajo de campo (buscar nuevos adeptos) siempre que tenía conciertos, acompañado por dos guardaespaldas que se quedaban en la furgoneta mientras él llamaba a las puertas. Tim conocía a la mujer de los Testigos que organizaba el trabajo de campo y fue ella la que se ofreció a ir con el cantante junto con un matrimonio que les acompañara.
Por supuesto, yo estaba encantada con la idea. Sabía lo que le diría a Michael en los paseos entre puerta y puerta. Lo primero era preguntarle porqué se llevaba la mano con el guante blanco a la entrepierna cuando actuaba. Quería saber porqué un hombre que seguía su religión con tanta seriedad como para hacer evangelización puerta a puerta hacía tal cosa; o se tumbaba en el suelo retorciéndose sensualmente; o bailaba de una forma tan provocativamente sexual; o cantaba canciones como las del álbum "Thriller", tan contratias a nuestro sistema de creencias (por decirlo suavemente). Como madre, mi deseo era compartir amablemente con él la ansiedad que tenían que sufrir unos padres mientras sus hijos idolaraban su comportamiento "mundano".
Esa tarde le conté a Joe lo de la invitación. Para mi sorpresa, no mostró el más mínimo interés. Recuerdo sus palabras como si hubiese sido ayer: "Si voy a salir de servicio, lo haré en nuestra congregación a la que estoy asignados. No iré a las congregaciones de otros sólo para trabajar con un famoso, no importa la razón que haya. Ve tú si quieres, pero ¡yo no! Habrá muchas parejas interesadas en hacerlo. ¿Qué tal algunos de los Ancianos y sus esposas de la congregación de Tim? Comimos con el hermano y la hermana tal y cual cuando estuve haciendo charlas allí. Ellos tiene hijos y están preocupados por su conducta. Y ya que Tim se llevará a Michael a hacer trabajo de campo en el territorio de su congregación, es más apropiado que les pregunte a ellos".
No hubo forma de que me lo camelara para que cambiase de opinión. Joe me volvió a decir que si yo quería ir, no le importaba, pero yo me opuse porque Tim quería un matrimonio. No sentía que fuese correcto ir sin mi marido, aunque cuando le hablé a Tim de la reacción de Joe, todavía mantuvo el ofrecimiento, pero me negé, pensando que Joe tenía razón y Tim debía haber preguntado a otros Testigos de su congregación.
La foto es ilustrativa, no de este artículo en concreto
Unos días después de que Tim saliese de servicio con Michael, me contó lo ocurrido. Y si, siguió la recomendación de Joe e invitó a la pareja que Joe había sugerido. Fueron todos en una furgoneta con cristales tintados y Michael llevaba un sombrero de ala muy ancha que bajó para cubrir su cara. Michael hizo su discurso en la primera puerta y una señora joven aceptó el libro. Cuando volvió con algo de dinero le preguntó a Michael si le habían dicho alguna vez lo mucho que se parecía a Michael Jackson. Asintió, dijo que le pasaba todo el rato y se fue.
Otra experiencia divertida ocurrió cuando caminaban por la acera junto a unos apartmentos. Un chico de unos seis años pasó junto al grupo, miró a Michael, volvió a fijarse de nuevo y mientras seguía caminando volvió a girarse una vez más. Luego agitó la cabeza murmurando, "No, no puede ser él".
Un día, unas semanas después, iba yo a trabajar con Leon Weaver, que es afroamericano. Leon habría trabajado en el Departamento del Servicio, que era parte del Comité del Servicio.
Me encantaba hablar con Leon y pensé que disfrutaría de mi historia sobre cuando casi salimos a hacer el servicio con Michael Jackson, y esas otras pequeñas anéctodas de Michael en la congregación. Le conté como Joe rechazó aunque yo pensaba que estábamos en una buena posición, ya que Joe era un Anciano de la congregación, para haber discutido con Michael sobre sus acciones en el escenario y las malas ramificaciones que estaban teniendo en las congregaciones. Leon quedó muy sorprendido por la actitud de Joe. Dijo que a él y Ruby les habría encantado estar con Michael Jackson y habrían aceptado la invitación de Tim.
Di por hecho que Leon estaría intersado en hablar con Michael por esos problemas que yo quería discutir, sobre todo porque él trabajaba en el Departamento del Servicio y parte de su trabajo era asistir a los Ancianos en la organización de reglas para seguir el llamado comportamiento cristiano. Mencioné a Leon lo del "guante blanco" de Michael. Me quedé alucinada cuando Leon me dijo que a él le encantaría darle la mano a Michael en la que llevaba el guante si tuviera la oportunidad. Es más, dijo algo del estilo de que él no habría aleccionado al joven, sino que habría disfrutado en compañía de tal celebridad. Por decirlo suavemente, me sorprendió y no volví a decirle nada más aunque sentí que era yo la que estaba siendo aleccionada por mi actitud puntillosa.
Esa tarde, hablé con Joe de la conversación que tuve con Leon. Él estaba en desacuerdo con la postura de Leon, pero nos guardamos aquello para nosotros. Era en momentos así cuando se nos pasaba por la cabeza que quizá nosotros, junto a otras familias de Testigos, estábamos tomándonos aquellas directrices de la organización, demasiado en serio. A pesar de la perspectiva distinta de Leon acerca de Michael Jackson, nosotros continuamos intentando hacer lo que pensabamos que Dios esperaría de unos Testigos de Jehovah con fe y seguimos con lo que pensabamos que era "Adoración pura y sin contaminación de ningún tipo."
[Barbara Anderson]
*Traducido por Xtarlight y Mpenziwe para www.MJHideOut.com
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Texto publicado en Free Minds, Inc. una organización sin ánimo de lucro crítica con los Testigos de Jehovah. Este, en concreto está escrito por Barbara Anderson. Ella escribió durante años muchos artículos en las revistas de los Testigos y, durante una investigación relacionada con la pedofilia para unos artículos, descubrió como se estaban ocultando casos y protegiendo a pedófilos dentro de la organización. Dejó a los Testigos en 2002 y fue calificada por la organización como una "enferma mental".
