CUANDO MICHAEL JACKSON CONOCIÓ A GEORGE HARRISON (Y SUPO QUE NO TODAS LAS CANCIONES DE LOS BEATLES SON DE LENNON Y MCCARTNEY)
La BBC recupera un programa que los dos músicos grabaron juntos para la emisora británica hace 40 años y que se creía perdido.
En febrero de 1979 Michael Jackson y George Harrison se encontraron por primera vez en el estudio de BBC Radio 1. Fue en el programa
Roundtable, presentado por
David 'Kid' Jensen. La idea era comentar algunos discos recientes, ejercer de discjockeys, pero acabaron hablando de sus cómicos favoritos, cómo componían canciones y, por supuesto, los Beatles. Durante casi cuarenta años se creyó que se había perdido el encuentro del beatle tranquilo y el futuro rey del pop. Hasta que un experto en historia de la radio,
Richard White, encontró una grabación hecha por un oyente en cinta de cassette. Los técnicos de la BBC se han encargado de limpiarla, editarla y
desde este fin de semana podrá escucharse durante los próximos 30 días.
Para ponernos en situación, Michael Jackson estaba en medio de una gira mundial, a punto de publicar el disco que le alejaría para siempre de los
Jackson Five, Off the Wall, y haría que se estableciera como artista en solitario. George Harrison, que acababa de regresar de Brasil, donde había disfrutado del Grand Prix de Fórmula 1, llevaba ya casi una década sacando discos por su cuenta, y era de los cuatro beatles el que había logrado encauzar mejor su carrera musical tras la separación de la banda. Ambos conocían lo que era haber estado en un grupo de éxito mundial e iniciar una segunda etapa en la que eran los responsables únicos de todas sus decisiones.
Michael Jackson y George Harrison estuvieron durante hora y media comentando canciones de artistas como Foreigner, Nicolette Larson o The Blues Brothers, pero sobre todo hablaron con una naturalidad asombrosa de cuestiones como el método de trabajo en Motown o lo que suponía hacer canciones a la sombra de
John Lennon y Paul McCartney.
Precisamente uno de los momentos más interesantes del programa tuvo que ver con la autoría de uno de los clásicos de los Beatles. George Harrison estaba hablando de
Something, de cómo
Ray Charles había sido su inspiración y de lo decepcionante –"ñoña"– que le había resultado la versión que hizo este de su tema.
"¿Tú escribiste Something?", le interrumpe Jackson. "Oh, no lo sabía. Pensaba que la hicieron Lennon y McCartney". "Ya, lo cree todo el mundo", confirma Harrison entre resignado y divertido por la sinceridad de su colega.
Michael acudió al estudio con el salacot que se ve en las fotos. Se lo acababa de comprar ese mismo día y estaba encantado con él, asegura el representante de la compañía discográfica que le acompañaba, y que le había paseado por Londres y mostrado los exteriores del Palacio de Buckingham. "Le parecía fascinante que la bandera señalase si la Reina estaba en casa o no", recuerda. Ni él ni George tuvieron que firmar autógrafos ni hacerse fotos con fans.
"No había gente esperando en el estudio porque nadie pensaba que fuera posible reunirles", reconoce hoy Jensen. "Ni siquiera yo tuve los reflejos de pedírselo, no me lo acababa de creer".
Pocas semanas después George Harrison publicaría su octavo disco, que llevaba su nombre por título. Ese mismo año se estrenaría también como productor de cine junto a los Monty Python con
La vida de Brian, de la que habló en este programa y avanzó que trataba sobre un "tipo que nace al mismo tiempo que Cristo". No podía prever entonces que se convertiría en una de las comedias más polémicas de todos los tiempos, capaz de ofender a judíos y cristianos por igual.
Por su parte, Michael Jackson publicó
Off the Wall en agosto de ese mismo año. En el disco había una canción escrita por otro beatle,
Paul McCartney,
Girlfriend. Fue una de las varias colaboraciones que Jackson y él hicieron en los siguientes años. La relación acabó abruptamente en 1982 cuando el de Liverpool descubrió que
Michael había comprado el catálogo de la editorial ATV. Entre sus títulos había temas de
Springsteen o
Elvis Presley, pero también 250 canciones de los Beatles, lo que consideró una jugada sucia y traicionera. Paul había sido el que le contó que hacerse con los royalties de clásicos del rock era un negocio redondo, pero nunca esperó que aprovechara ese consejo para quitarle los royalties sobre sus propias canciones.
Este programa que compartieron ahora hace 40 años queda como el insólito encuentro entre dos de las personalidades musicales más importantes del S XX. Este fue el día que el Rey del Pop y el beatle tranquilo compartieron estudio durante hora y media, y
Jackson descubrió que no todas las canciones de la banda de Liverpool eran de Lennon y McCartney.