Michael JACKSON: Así era su obsesión por las figuras de LLADRÓ
El 19 de septiembre de 1992 Michael Jackson visitó de incógnito la Ciudad de la Porcelana de Lladró en Tabernes Blanques (Valencia). Durante el recorrido de unas tres horas el cantante paseó por los talleres de los artesanos y quedó prendado de una figura de porcelana de Campanilla, a la que besó antes de dejarla en su estante, y de una de Martin Luther King. Al finalizar, hizo una atrevida propuesta a la compañía valenciana: que crearan una pieza a su imagen y semejanza. Aunque ya tenía experiencia en esto de ser modelo para una figura de porcelana, Jeff Koons lo había retratado en una de sus obras más célebres, este era un encargo muy especial: Lladró fue una de las obsesiones de Jackson hasta los últimos días de su vida y llegó a coleccionar más de sus 300 figuras en su rancho de Neverland.
Según explica en su libro Luces y sombras de la empresa familiar (Planeta) José Lladró, uno de los tres hermanos que fundaron la firma, la pasión del cantante por las delicadas figuras de la marca comenzó cuando en su infancia, en pleno éxito con los Jackson Five, le regalaron una de ellas. En 1977 visitó su tienda en Madrid y en los 90 aprovechó el paso de su Dangerous World Tour por España para conocer de primera mano cómo trabajaba la factoría valenciana que, por aquel entonces, vivía toda una expansión internacional y hasta llegó a tener un museo en la Quinta Avenida de Nueva York y boutiques en Beverly Hills o Tokyo.
Sobre la visita, Lladró recuerda que el cantante acudió de incógnito en su jet privado y que, aunque no hubo prensa, sí que se grabó un vídeo para uso interno de su paseo en el que aparece con una llamativa chaqueta militar, un sombrero negro de ala ancha y gafas e iba acompañado de un niño de unos 10 años. "El Michael que yo conocí era una buena persona guiada únicamente por sentimientos nobles. Estoy convencido de que amaba a Lladró. Era una persona absolutamente normal, absurdamente mitificada. Hablaba con timidez, era reservado y parecía vivir en un mundo aparte", señalaba José Lladró.
En la reunión posterior a la visita llegó la oferta: Jackson propuso comercializar una alegoría suya en porcelana para recaudar fondos con fines benéficos para la infancia en todo el mundo y, antes de irse, firmó en su libro de visitas con la siguiente dedicatoria: "Sanemos el mundo juntos. Este es mi sueño. Amor". Aunque desde la empresa se mostraron encantados con la idea del cantante, tan solo un año después los padres de Jordan Chandler,
Aunque el plan nunca se llevó a cabo, sí que se creó una única pieza, que pasó a formar parte del variopinto interiorismo de su rancho Neverland, y de la que no se volvió a saber nada hasta que en 2009, poco antes de su muerte y acuciado por una mala situación financiera, subastó más 2.000 muebles, obras de arte y objetos de decoración. En los catálogos de la casa de subastas Julien's Auctions de Beverly Hills , que se agotaron rápidamente y también son ya objeto de coleccionista, aparece perfectamente descrita: mide 43 centímetros, es obra de J. Huerta, uno de los míticos escultores de la firma valenciana, y su precio comenzaba en 3.000 dólares. Pero el alter ego de Michael en porcelana no estaba solo, junto a él se pusieron a la venta más piezas, como la espectacular La llegada de la Cenicienta o una figura de Abraham Lincon, así como pequeñas obras de escenas infantiles y de cuentos de hadas o de época. Todo 100% Lladró. En la subasta no estaba, eso sí, la última obra que el artista encargó a la firma valenciana pocos meses antes de morir, La reina del Nilo, una escultura de alta porcelana de más de un metro y medio de un barco egipcio con Cleopatra al frente que puede costar más de 120.000 euros y que se desconoce si llegó a Neverland, ya que tarda hasta cinco años en hacerse.
¿Pero dónde acabó la estatuilla de Michael Jackson firmada por Lladró? Aunque la familia no volvió a hablar sobre qué objetos se vendieron o no, la figura pudo verse como parte de la decoración de la casa de Paris Jackson, la hija de Michael, durante una entrevista con Oprah Winfrey en 2012. Parece que, al final, Michael recuperó su figura de Lladró más preciada.