Hace unas semanas, Gitana me pidió que escribiera algo sobre Michael dentro de esta campaña que llevamos a cabo, para que el mundo supiera por qué le hemos amado y cómo hemos sido correspondidos, para que supiera por qué le lloramos y le recordamos. Pero quiso que lo hiciera sin nombrarle, sin que el que leyera y fuera ajeno a Michael supiera de quién hablaba hasta que la curiosidad pudiera con él y descubriera a través de alguno de sus videos humanitarios que se trataba de Michael. Realmente era un reto porque por esos días fueron mis últimos pases de TII y lo único que me pedía el corazón era escribir el nombre de Michael en mayúsculas para que fuera lo primero que viera la gente. Al final, y bloqueada como estaba, Gitana me sugirió que le escribiera directamente a él y así lo hice.
Estos días he querido volver a escribirle, volver a contarle todo lo que pienso, lo que siento a seis meses de su ausencia pero me di cuenta que repetía casi todo lo que expresé en ese otro texto aunque aquí pusiera su nombre, porque de hecho, el sentimiento sigue siendo exactamente el mismo. Así que al final, decidí subir lo que escribí para Gitana, para Michael, para todo aquel que lo leyese, fuese conocedor o no suyo. Quiero compartir el sentimiento y el pensamiento que aquella tarde le dediqué y en el que espero haber reflejado lo que muchos sentimos.
******
Es tan dificil poner en palabras un sentimiento cuando lo llevas aferrado al corazón y al alma durante años, que cualquier expresión, cualquier comentario se queda pequeño, insignificante ante la grandeza de lo que sientes. Y eso es lo que me ocurre, lo que nos ocurre a muchos. No es fácil. Pero al mismo tiempo hay tantas cosas que querría expresar, que querría gritarle al mundo. Tantas cosas que deberían saber de ti, tantas cosas que querría decirte...
No sé cómo lo hiciste pero fuiste conquistándonos poco a poco. Tenías algo especial, algo diferente. Una luz que desde el primer momento nos cautivó. Pero lo que no sabíamos es que con el tiempo, esa luz sería un auténtico rayo de sol, sería como el brillo intenso de una de tus estrellas fugaces. Una esperanza que nos trajiste y por la que luchaste toda tu vida. Eras tan transparente, tan sensible. Bastaba verte un segundo para sentir que en tu corazón solo había bondad y buenos sentimientos pero sobre todo Amor, mucho Amor. Y lo ofreciste sin condiciones, de una manera sincera, quizá sin esperar nada a cambio pero... era imposible no devolvértelo con creces. Tocabas el alma con una facilidad increible, con una tierna caricia a través de tu voz, a través de tus palabras, de tus sonrisas. Cuántas veces nos dijiste que nos querías y cuántas te contestamos aunque no pudieras oírnos? Miles, millones de veces, y en todas ellas, a pesar de cualquier distancia, a pesar de cualquier impedimento, sentimos ese Amor sincero y tan profundo como si estuvieras sentado a nuestro lado susurrándonoslo tímidamente. Era tal el sentimiento que conseguía embargarnos, que tu sola presencia ya nos hacía felices. Solo espero y deseo que tú también sintieses de esta forma tan pura todo el Amor que siempre te hemos tenido y el que te tendremos hasta que el mundo desaparezca.
Todo ese Amor inagotable que te nacía del corazón no entendía de edades, ni de razas, ni de situaciones. Y lo demostraste una y otra vez. Todas tus acciones, el Mensaje que quisiste hacernos comprender era tan claro, tan contundente, que cuesta creer que no se tomara en serio como debería y que lo quisieran tergiversar una y otra vez. Tenían miedo de ti? Les preocupaba por alguna razón que se conociera la Verdad que este mundo necesita saber, la que tú nos transmitiste? Creo que es algo que nos preguntaremos toda la vida igual que seguramente tú tuviste que preguntarte miles de veces. Pero aún así, ahí seguiste, luchando, mostrando tu preocupación por los más inocentes, por este planeta que adorabas, y eso hace que te admiremos y te queramos más aún porque viniste a este mundo a darnos esperanza, a abrirnos los ojos ante el camino que nos haría ser mejores. Viniste a confirmarnos que la vida, aunque puede ser dura, aunque puede hacerte sentir solo, aunque puede insistir en dañarte incomprensiblemente, hay que vivirla con una sonrisa por uno mismo y por los que nos rodean.
Cómo no echar de menos todo este sentimiento, esta sensación de saber que estabas ahí? Cómo no añorar la tranquilidad de saber que había alguien que se preocupaba realmente para que no fueramos a la deriva? Cómo no extrañarte a ti, simplemente a ti? Te echamos de menos. Mucho. Muchísimo más de lo que podrías llegar a imaginar en siglos. Nos quedamos huerfanos de Amor, de esperanza, porque la fuente que nos la daba, tú, ya no estás. Nos convertimos en tus niños perdidos a los que solo nos quedan los recuerdos de un sentimiento que aunque perdurará por siempre, el dolor de tu ausencia nos oprime el corazón de tal manera que no lo deja fluir como debiera. Ahora quererte duele, duele mucho, pero es el lógico precio a pagar por haber recibido el mayor regalo de nuestra vida: TU.
Tanto sentimiento concentrado, tanto Amor y tanto dolor debemos dejarlo salir y por eso necesitamos gritarle al mundo lo que sentimos. Necesitamos hacerles ver a todos los que cerraron los ojos, la mente, el corazón y el alma, que se equivocaron contigo, que merecías ser feliz por encima de todo, merecías ser valorado no solo por ser un personaje, si no simplemente por ser una persona. Necesitamos hacer conocedores a aquellos que te ignoraron, que se perdieron la oportunidad de sentirse amados por alguien especial aunque jamás pudieran llegar a cruzar una palabra contigo; que su ignorancia y el haberse dejado llevar por mentiras e inventos podía haber sido radicalmente diferente, podían haber ayudado a transformar este mundo porque hubieran sido muchas más las voces que te hubieran dado aliento. Necesitamos dejar de llorar por tanto dolor y tristeza que nos provoca tu ausencia e intentar sonreír como tantas veces nos pediste, como sé que nos sigues pidiendo desde donde estás. Necesitamos continuar el legado que nos dejaste, por el que tanto luchaste, por el que vivías realmente, porque todo tu esfuerzo no puede ser en vano; porque tu objetivo debe ser ahora el nuestro; porque sabemos que tu Mensaje es la Verdad más absoluta que nos han podido decir en nuestra vida.
Quizá todo esto se esté haciendo demasiado tarde o debería haberse hecho con esta intensidad hace tiempo. Quizá de esa manera todo hubiera sido diferente pero como bien decías, no hay que pensar, hay que sentir y es tanto, tantísimo lo que estamos sintiendo ahora que quedarnos quietos sin hacer nada, sin luchar por ti aunque sea mínimamente, nos hundiría más aún en este dolor. Con tu humildad y tu bondad, nos enseñaste muy bien cómo deben hacerse las cosas. Todo esto no te devolverá a nuestro lado pero sí te mantendrá vivo en cada mente porque en cada corazón, en nuestros corazones, lo vas a estar siempre. Lo tocaste una vez y fue suficiente para confirmarnos que los Angeles no solo habitan en el cielo.
