Ya era famoso mundialmente por su enérgico baile y sus canciones, Michael Jackson tenía 12 años cuando llegó por primera vez a Pittsburgh con sus cuatro hermanos para actuar en el Civic Arena, el 30 de julio de 1971. Volvieron en julio de 1972 y en julio de 1973. Cuando regresaron en 1974, actuaron en Three Rivers Stadium. En octubre de 1979 y en agosto de 1981; ya como The Jacksons, volvieron al arena.
A pesar de todos esos conciertos anteriores, la presentación de Michael en solitario aquí, en 1988, parece ser la más recordada de todas las de Pittsburgh. Habiendo conquistado recientemente Europa y el Reino Unido, comenzó la segunda etapa americana de su exitoso Bad Tour con tres conciertos en el Civic Arena en septiembre, los días 26, 27 y 28.
La gente que trabajaba allí recuerda que la preparación fue extraordinaria. Ayudó el hecho de que el manager de Jackson, Frank DiLeo, era natural de Point Breeze y quiso que su familia y amigos vieran el concierto. Tres empleados del arena viajaron al lugar de los primeros conciertos americanos, al Kemper Arena, en Kansas City, siete meses antes, para revisar la innovadora presentación.
Ida D’Errico, entonces directora de marketing y relaciones públicas de la Corporación Civic Arena, recuerda el concierto: “Todo el público, incluidas muchas familias bien vestidas, estaban mirando atentamente al escenario, asombrados y fascinados. Con todo el mundo en pie sobre las sillas, no podías quitar los ojos de Michael por miedo a perderte algo”.
Por aquel tiempo, Jackson ya era notoriamente excéntrico y temeroso de las bacterias y tenía bastantes requisitos especiales en su contrato. Insistió en un sofá de piel en el vestuario –negro, gris o azul marino-, que D’Errico pidió prestado a Kaufmann’s.
Jackson se alojó en la suite del ático del Vista (ahora El Wstin Convention Center de Pittsburgh). D’Errico recuerda que tuvieron que instalar allí una pista profesional de baile de madera para que Jackson pudiera practicar y “aplacarse” después de los conciertos.
Las tres noches agotaron las localidades rápidamente. Jackson encantó a todo el mundo con una lista que incluyó un Jackson 5 medley, así como un buen número de temas de “Thriller” y “Smooth Criminal”, terminando la serie principal con un trio inigualable de éxitos: “Beat It”, “Billie Jean” y “Bad”.
A los periodistas musicales locales les gustaron los conciertos. Peter B. King, del Pittsburgh Press escribió: “No es normal como se mueve Jackson, es como líquido contenido de alguna manera en una forma humana”. Scott Mervis, del Pittsburgh Post-Gazette, estaba impresionado también: El show fue fresco e incluso “bad” (en el sentido callejero de la palabra: genial)”.
D’Errico recuerda que el sofá gris fue devuelto a Kaufmann’s, pero marcado con muchos cortes y arañazos. El vestuario de Jackson estaba decorado con muchas hebillas de metal que rasgaron el cuero durante los tres días en que se sentó en él. Cuando D’Errico explicó a la tienda la causa del daño, no se hizo responsable del mismo. Tal como señaló, el sofá ahora era una pieza de colección de valor incalculable.
Fuente:The King of Pop Makes a Royal Visit - Pittsburgh Magazine - December 2013 - Pittsburgh, PA
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