Zipper
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He encontrado un relato en internet de una persona que trabajaba en el Capital Children's Museum de Washington cuando Michael lo visitó por primera vez en el año 1990. El relato lo escribió el autor, cgrotke, el día 21 de noviembre de 2003, justo cuando acababan de salir las acusaciones, y va seguido de una opinión personal sobre Michael. Ahí va:
Conociendo a Michael Jackson
November 21 2003
Por cgrotke
Tengo una confesión que hacer. He estado con Michael Jackson. En dos ocasiones.
Hace años, yo trabajaba en el Capital Children’s Museum de Washington, me encargaba del programa Media Arts. Muchas celebridades se pasaban por museos para niños.
Conocí al Sr. Carlton del show Bob Newhart. A Cher. Raisa Gorbechev. Jane Curtain. Jeb y George Bush y a todos sus hijos. Harry Belafonte. Y muchos otros.
Michael Jackson vino por primera vez en una visita oficial como parte de un contrato con una compañía para promocionar unas nuevas zapatillas entre los niños de la ciudad. Fue una locura, como ninguna visita de otra celebridad. Incluso hicimos una reunión previamente, donde nuestra directora preguntó si el Sr. Jackson era una buena persona para venir al museo. “¿Qué tipo de música hace?”. No había oido hablar de él.
Me encontraba enseñando animación en aquel momento. Los cámaras de la MTV irrumpieron en la habitación en la que estábamos cuando Michael se acercaba a nuestra parte del edificio. Se subieron a las mesas, encima de los trabajos de los niños, y apuntaban con sus cámaras. Los eché de allí gritándoles por estar encima de los trabajos.
Tenía la impression de que él vendría, echaría un vistazo rápido y seguiría con la visita. Primero vino my amigo y compañero Pete, avisándonos de que llegaría pronto. Después llegó un montón de gente, guías, fotógrafos, etc. Casi daba miedo. A su lado había grandes guardaespaldas, así como también su manager y otras personas.
El laboratorio de animación era una de las pocas habitaciones del edificio con una puerta que pudiera cerrarse con llave. Michael y la persona que lo guiaba se colaron, cerraron la puerta, y todos mirábamos a la multitud que había al otro lado a través del gran cristal. Era como ser un animal del zoo.
Al ver que tenían un momento tranquilo para ellos, Michael se relajó. Empezamos a hablar sobre animación. Él miraba nuestros libros y videos y no paraba de decir “Este lo tengo” y “¿Tenéis una copia de...?”. Nos habló de su sala de proyección y le mostré el 'stand' de animación y cómo funcionaba. Hablamos de Bugs Bunny, Tex Avery, Chuck Jones, y otras leyendas de la animación.
Hablaba muy bajito y suave en un tono que me hizo pensar que era para proteger sus cuerdas vocales. Era delgado, llevaba vaqueros, y era muy amable.
Gran parte de aquella visita fue un jaleo. Yo intentaba comportarme tal cual soy y tratarle como trataría a cualquiera. Aún así, era como conocer a una gran marca internacional, como Coca Cola o McDonalds, y eso te hace ser un poco empalagoso.
Firmó la pared para nosotros y tras unos pocos minutos, se fue a otras partes del museo. Antes de irse dió a todos los allí presentes, incluido yo, un par de zapatillas de parte de la compañía.
Algunos de los niños del museo preguntaron si era realmente él o se trataba de algún impostor.
Mi impresión es que era como un niño en su propio mundo. Se comportó más como los niños que iban al museo que como los adultos. Callado, tímido, animándose cuando algo era interesante.
Aquella noche vimos nuestro museo en Entertainment Tonight.
Rápidamente pasó un año o así. Nuestra directora de relaciones públicas recibe una llamada diciendo que Michael está en la zona y quiere pasarse de nuevo. No de forma oficial. Después de cerrar y sin prensa. Nos llama a todos para preguntar si nos quedaremos hasta tarde. “¿Nuestro viejo amigo Michael? ¡Por supuesto!” dijimos.
El equipo de Jackson son muy cuidadosos con las fotos. Nos dijeron que no podíamos tener cámaras (Aún así Pete intentó traer alguna, pero no funcionó debido a los ángulos en los que estaba), y que no podíamos llamar a las cadenas de TV (nuestra directora de relaciones públicas lo hizo, tan pronto como su limusina estaba a salvo dentro de nuestra propiedad).
La limusina llegó y salieron Michael y un joven adolescente al cual nos presentó como su primo de New York. La limusina estaba llena de juguetes, y Michael nos dice que acababan de ir de compras a una gran juguetería.
Hicieron la visita. Michael lleva una mascara en la cara en esta occasion, que lleva, dice él, para que los fotógrafos no saquen fotos sin autorización. Nos quedamos algo desconfiados, por supuesto, pensando que ahí debajo puede haber alguna marca de cirugía plástica, pero quién sabe.
Esta vez, en el laboratorio de animación, me dice que esa es su parte preferida del museo. Su primo era callado y reservado, pasando casi a un segundo plano. Yo intentaba prestar atención a ambos.
Decidimos probar un poco de animación y buscamos un libro con grandes fotos para usar como fondo. ¡El libro de Star Wars!
Abrimos el libro y empezamos a ojearlo. “¿Qué te parecen estas grandes máquinas que andan por el planeta nevado?” pregunto yo.
En ese momento, Michael se convirtió en un niño de 12 años delante de mis ojos. “Esas son las aeronaves x-13 de Endor. Están hechas a semejanza de los elefantes. George Lucas me ha hablado mucho de ellas…” y continuó con una descripción muy detallada e infantil de curiosidades sobre Star Wars.
Yo tenía otro idea sin embargo. Sentía curiosidad por el efecto especial 'morphing' que se usó en su nuevo video, Black or White. Le dije que me gustaba mucho el efecto y le pregunté si vió cómo lo hacían. “Sí, vi parte de eso. ¿Te gustó la parte donde desaparece la coleta? Es mi parte favorita...” dice Michael.
Después de un rato tuvo que irse. Volvieron a la limusina, esta vez con fotógrafos a las puertas del museo compitiendo por una buena foto, y se marcharon.
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No tengo forma de saber lo que hace Michael en su tiempo libre, o si alguna de las acusaciones contra él son ciertas. Sé que mi impression fue que, debido a su fama y fortuna a una edad tan temprana, la forma en la que creció fue muy diferente a la mayoría de nosotros. A los seis años, él era equivalente a los Beatles.
No tuvo una verdadera infancia. Fue abusado. Lo han 'manejado' durante toda su vida. Nunca ha tenido que madurar en un sentido tradicional – ir al colegio con gente, graduarse, conseguir un trabajo, esforzarse por llegar a fin de mes, etc.
Hace cosas que a los adultos les resultan 'freaky' y que los niños parecen admirar. Tener un mono como mascota, montarse un parque de atracciones en casa, y poder permitirse cualquier cosa cuando entra en una tienda.
Me da la sensación que ha estado intentando recuperar una infancia que le fue negada, y que se siente más seguro con niños, que generalmente son más honestos y fiables en comparación con la gente mayor que él ha conocido.
También pienso que es una persona inocente, ingenua.
Puede que sea perfectamente inocente, pero nuestra sociedad no tiene lugar para adultos que son niños.
También puede que sea culpable. Y no vemos con buenos ojos los abusos a menores.
No voy a sacar ninguna conclusion sobre Michael, y voy a seguir disfrutando de la música de la familia Jackson si es buena. El tiempo dirá cuál es la verdad.
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La primera visita de la que se habla en el relato la hizo el 4 de abril de 1990.
Conociendo a Michael Jackson
November 21 2003
Por cgrotke
Tengo una confesión que hacer. He estado con Michael Jackson. En dos ocasiones.
Hace años, yo trabajaba en el Capital Children’s Museum de Washington, me encargaba del programa Media Arts. Muchas celebridades se pasaban por museos para niños.
Conocí al Sr. Carlton del show Bob Newhart. A Cher. Raisa Gorbechev. Jane Curtain. Jeb y George Bush y a todos sus hijos. Harry Belafonte. Y muchos otros.
Michael Jackson vino por primera vez en una visita oficial como parte de un contrato con una compañía para promocionar unas nuevas zapatillas entre los niños de la ciudad. Fue una locura, como ninguna visita de otra celebridad. Incluso hicimos una reunión previamente, donde nuestra directora preguntó si el Sr. Jackson era una buena persona para venir al museo. “¿Qué tipo de música hace?”. No había oido hablar de él.
Me encontraba enseñando animación en aquel momento. Los cámaras de la MTV irrumpieron en la habitación en la que estábamos cuando Michael se acercaba a nuestra parte del edificio. Se subieron a las mesas, encima de los trabajos de los niños, y apuntaban con sus cámaras. Los eché de allí gritándoles por estar encima de los trabajos.
Tenía la impression de que él vendría, echaría un vistazo rápido y seguiría con la visita. Primero vino my amigo y compañero Pete, avisándonos de que llegaría pronto. Después llegó un montón de gente, guías, fotógrafos, etc. Casi daba miedo. A su lado había grandes guardaespaldas, así como también su manager y otras personas.
El laboratorio de animación era una de las pocas habitaciones del edificio con una puerta que pudiera cerrarse con llave. Michael y la persona que lo guiaba se colaron, cerraron la puerta, y todos mirábamos a la multitud que había al otro lado a través del gran cristal. Era como ser un animal del zoo.
Al ver que tenían un momento tranquilo para ellos, Michael se relajó. Empezamos a hablar sobre animación. Él miraba nuestros libros y videos y no paraba de decir “Este lo tengo” y “¿Tenéis una copia de...?”. Nos habló de su sala de proyección y le mostré el 'stand' de animación y cómo funcionaba. Hablamos de Bugs Bunny, Tex Avery, Chuck Jones, y otras leyendas de la animación.
Hablaba muy bajito y suave en un tono que me hizo pensar que era para proteger sus cuerdas vocales. Era delgado, llevaba vaqueros, y era muy amable.
Gran parte de aquella visita fue un jaleo. Yo intentaba comportarme tal cual soy y tratarle como trataría a cualquiera. Aún así, era como conocer a una gran marca internacional, como Coca Cola o McDonalds, y eso te hace ser un poco empalagoso.
Firmó la pared para nosotros y tras unos pocos minutos, se fue a otras partes del museo. Antes de irse dió a todos los allí presentes, incluido yo, un par de zapatillas de parte de la compañía.
Algunos de los niños del museo preguntaron si era realmente él o se trataba de algún impostor.
Mi impresión es que era como un niño en su propio mundo. Se comportó más como los niños que iban al museo que como los adultos. Callado, tímido, animándose cuando algo era interesante.
Aquella noche vimos nuestro museo en Entertainment Tonight.
Rápidamente pasó un año o así. Nuestra directora de relaciones públicas recibe una llamada diciendo que Michael está en la zona y quiere pasarse de nuevo. No de forma oficial. Después de cerrar y sin prensa. Nos llama a todos para preguntar si nos quedaremos hasta tarde. “¿Nuestro viejo amigo Michael? ¡Por supuesto!” dijimos.
El equipo de Jackson son muy cuidadosos con las fotos. Nos dijeron que no podíamos tener cámaras (Aún así Pete intentó traer alguna, pero no funcionó debido a los ángulos en los que estaba), y que no podíamos llamar a las cadenas de TV (nuestra directora de relaciones públicas lo hizo, tan pronto como su limusina estaba a salvo dentro de nuestra propiedad).
La limusina llegó y salieron Michael y un joven adolescente al cual nos presentó como su primo de New York. La limusina estaba llena de juguetes, y Michael nos dice que acababan de ir de compras a una gran juguetería.
Hicieron la visita. Michael lleva una mascara en la cara en esta occasion, que lleva, dice él, para que los fotógrafos no saquen fotos sin autorización. Nos quedamos algo desconfiados, por supuesto, pensando que ahí debajo puede haber alguna marca de cirugía plástica, pero quién sabe.
Esta vez, en el laboratorio de animación, me dice que esa es su parte preferida del museo. Su primo era callado y reservado, pasando casi a un segundo plano. Yo intentaba prestar atención a ambos.
Decidimos probar un poco de animación y buscamos un libro con grandes fotos para usar como fondo. ¡El libro de Star Wars!
Abrimos el libro y empezamos a ojearlo. “¿Qué te parecen estas grandes máquinas que andan por el planeta nevado?” pregunto yo.
En ese momento, Michael se convirtió en un niño de 12 años delante de mis ojos. “Esas son las aeronaves x-13 de Endor. Están hechas a semejanza de los elefantes. George Lucas me ha hablado mucho de ellas…” y continuó con una descripción muy detallada e infantil de curiosidades sobre Star Wars.
Yo tenía otro idea sin embargo. Sentía curiosidad por el efecto especial 'morphing' que se usó en su nuevo video, Black or White. Le dije que me gustaba mucho el efecto y le pregunté si vió cómo lo hacían. “Sí, vi parte de eso. ¿Te gustó la parte donde desaparece la coleta? Es mi parte favorita...” dice Michael.
Después de un rato tuvo que irse. Volvieron a la limusina, esta vez con fotógrafos a las puertas del museo compitiendo por una buena foto, y se marcharon.
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No tengo forma de saber lo que hace Michael en su tiempo libre, o si alguna de las acusaciones contra él son ciertas. Sé que mi impression fue que, debido a su fama y fortuna a una edad tan temprana, la forma en la que creció fue muy diferente a la mayoría de nosotros. A los seis años, él era equivalente a los Beatles.
No tuvo una verdadera infancia. Fue abusado. Lo han 'manejado' durante toda su vida. Nunca ha tenido que madurar en un sentido tradicional – ir al colegio con gente, graduarse, conseguir un trabajo, esforzarse por llegar a fin de mes, etc.
Hace cosas que a los adultos les resultan 'freaky' y que los niños parecen admirar. Tener un mono como mascota, montarse un parque de atracciones en casa, y poder permitirse cualquier cosa cuando entra en una tienda.
Me da la sensación que ha estado intentando recuperar una infancia que le fue negada, y que se siente más seguro con niños, que generalmente son más honestos y fiables en comparación con la gente mayor que él ha conocido.
También pienso que es una persona inocente, ingenua.
Puede que sea perfectamente inocente, pero nuestra sociedad no tiene lugar para adultos que son niños.
También puede que sea culpable. Y no vemos con buenos ojos los abusos a menores.
No voy a sacar ninguna conclusion sobre Michael, y voy a seguir disfrutando de la música de la familia Jackson si es buena. El tiempo dirá cuál es la verdad.
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La primera visita de la que se habla en el relato la hizo el 4 de abril de 1990.
