y es normalmente juzgada con muchisima mas dureza que otras naciones mas humildes, como por ejemplo Espana.
Eso seguro, sobre todo teniendo en cuenta que para el 70% de los norteamericanos España es una provincia de México!!!
He estado dos veces en Nueva York (2 meses) y siento una verdadera devoción por esa ciudad. Tengo dos posters de NYC colgados en las paredes de mi cuarto y horas y más horas de cintas de vídeo que grabé allí con una cámara. ¡Nueva York me fascina y de hecho estoy deseando volver!.
Pero evidentemente no es oro todo lo que reluce, y existe una gran diferencia entre pasar una temporada allí (que es fantástico) y vivir allí. No voy a entrar ahora a juzgar la política norteamericana (quizá lo haga más tarde), pero empiezas a conocer una ciudad cuando verdaderamente tienes que sufrir las consecuencias de las políticas que se aplican en ese Estado. Sobre todo cuando pillas una infección de riñón repentina y casi tienes que vender ese riñón para poder costearte la visita al médico, las pruebas y las medicinas. Algunos ni siquiera podrían permitirse esa visita al médico porque podrían ser repatriados a su país.
En cuanto a la gente no tiene absolutamente nada que ver con nuestra forma de ser. Yo estaba con unos amigos colombianos, que son absolutamente maravillosos y me hicieron recordar mis viajes a NYC como los mejores de vida. Pero ellos son una historia y la gente norteamericana otra. En NY la gente va a su rollo, son muy individualistas y tremendamente desconfiados.
Un día iba con una amiga mía norteamericana y nos encontramos con un chico peruano majísimo que no sabía hablar inglés y quería comprar un paquete de cigarrillos. Le ayudé a comprarlos, estuvimos hablando un rato y finalmente le invité a que se viniera a comer con nosotras. Mi amiga por poco se muere, miraba al chico como si fuera un terrorista y no podía entender cómo se me ocurría invitar a comer a un desconocido. Pero, coño, era un chico peruano, estudiante de arte y muy simpático. Mi amiga apenas habló durante toda la comida. Y lo cierto es que el chico era bilingüe con el italiano y ella sabía italiano, pero pasaba de hablar en ese idioma y me tiré toda la comida traduciendo al inglés lo que nosotros decíamos.
Y sobre todo no olvidéis que para ellos el hispano es la "mierda de la mierda". Todo va bien hasta que empiezas a hablar en español (no distinguen el español de la Península del español de Sudamérica o Centroamérica) y es ahí cuando empiezas a notar ciertas miradas e incluso desplantes.
A mí no me ha pasado tanto, pero he tenido que aguantar más de una vez que trataran como una mierda a mi amiga Mercedes porque es colombiana, y eso es algo muy duro.
NYC es un mosaico de culturas, pero no existe un verdadero mestizaje cultural. Hay un racismo latente que yo pude percibir por los comentarios que me iba haciendo la gente (mis amigos blancos norteamericanos de los hispanos, los hispanos de los negros y viceversa, los judíos de los árabes y los árabes de los judíos, incluso los propios hispanos me advertían de otros hispanos). La gente me aconsejaba que no me juntara con los otros, y finalmente lo que hacía era pasar de sus consejos y juntarme con todo el mundo.
Por otro lado, lo que a nosotros se nos vende es la parte "chic" de NYC que es Manhattan, pero el resto (a excepción de zonas de pasta) no tiene nada que ver: Queens (donde yo vivía), Brooklyn, The Bronx y Staten Island (este condado está curioso). Es decir, que Manhattan es una isla de prosperidad rodeada de bastante miseria, pero lo que interesa mostrar es la parte ostentosa de NYC.
Yo adoro NYC tal cual es, con sus cinco condados, con sus lujos y sus miserias, pero estoy segura de que si algunos conocieran la parte "menos bonita" no estarían tan satistechos con el "American way of life".