Más madera!
MJ no tenía buen rollo con Raymone Bain. La primera vez que fue a Las Vegas lo hizo conduciendo su coche desde la otra punta del país porque llevaba dinero para MJ y en un aeropuerto habría tenido que contestar a muchas preguntas. El asistente de MJ salió a por el maletín y volvió a la casa, pero nadie la invitó a entrar y se volvió a Washington. MJ no hablaba mucho con ella. Ella le enviaba agendas de lo que tenía que hacer, con quién tenía que hablar, etc... a veces lo hacía todo, otras decía que Bain tenía algún motivo extra para mandarle hacer algo y no lo cumplía. Feldman se ocupaba de torear a Bain para que no supiera lo que hacía MJ, que no quería que ella le controlara. Bain se intentaba ganar a los guardaespaldas para sacarles información sobre los asuntos de MJ, pero él les dejó bien claro que si tenía algo que decirle a Bain lo haría el mismo. Si ellos la informaban, los despediría. Esto dejaba en mal lugar a los guardaespaldas, ya que seguían las ordenes de MJ pero Bain era la que firmaba sus cheques.
No había una estructura clara de mando. Bain les pagaba, pero ellos reportaban a Feldman y él le ocultaba cosas a Bain. Grace era la niñera, pero también se ocupaba de decisiones de negocios y era intocable en la casa. Feldman y ella tampoco se llevaban bien. Si Grace decía que MJ quería algo, Feldman decía que no se fiaba y que lo comprobaría con MJ. En ocasiones Grace, que hacía la compra, traía vino tinto para MJ. Feldman, que no bebía ni fumaba, lo escondía en el trailer de seguridad. Grace se enteró y se enfadó con él, pero él dijo que el vino era veneno y que Grace estaba envenenando a MJ con él. Feldman dormía en un hotel cercano a la casa pero quería estar al tanto de todas las entradas y salidas. Era muy posesivo con MJ, como un padre.
Grace vivía en un apartamento carísimo en las Turnberry Towers y Bain tenía otro allí sin que MJ lo supiera. Cuando les pedía que fueran a recogerla a su hotel, iban al apartamento. Grace le dijo que en Neverland todo funcionaba como un reloj. Como una gran empresa en la que todo el mundo hacía lo que tenía que hacer y todos sabían que el jefe era Michael. Tras el juicio MJ ya no tenía fuerzas para seguir y tras ver cómo dejó la policía Neverland, quedó totalmente destruido como persona.
Un día un paparazzi consiguió hacer fotos de sus hijos cuando salían de un show de Lance Burton. Los guardaespaldas le persiguieron y le quitaron la cámara. El paparazzi denunció a toda la organización por robo y lesiones. Dicen que se quedaron con la cámara pero que no le tocaron. Para entonces MJ estaba en Japón y temieron que fuera detenido por robo al pisar suelo americano. Feldman dijo que había destruido la cámara y tuvieron que llegar a un acuerdo económico con el fotógrafo. MJ despidió a Feldman.