“La ignorancia es la noche de la mente. Pero una noche sin luna ni estrellas.”
Confucio
¿Quién es Michael Jackson?
Por Kimberly, estudiante de 17años, USA.
“Michael ha sido llevado al hospital.”
Era 25 de junio, el segundo día de mis vacaciones de verano, y mi primer día como voluntaria en la biblioteca. Eran alrededor de las 3 de la tarde, hora del este del país, cuando recibí la llamada de mi madre, que estaba trabajando en ese momento y sonaba muy preocupada.
“Comprueba en internet lo que está pasando”, me dijo.
Más tarde en ese día supe que Michael Jackson había fallecido.
Francamente, mi inicial reacción no fue de mucha pena. Sí, era triste que una vida se había perdido, pero no sabía quién era o lo grande que era; no capté el impacto.
Sin embargo, unos minutos después de saberlo, encendí la tv, y prácticamente salía en las últimas noticias de cada canal. En facebook salía un mensaje detrás de otro con oraciones y condolencias para la familia Jackson. Encendí la radio y allí estaba su nombre otra vez. Entre lágrimas, la gente expresaba cómo Michael Jackson había impactado sus vidas, cómo les había afectado, cómo les había hecho vivir, cómo era la banda sonora de sus vidas. Entonces comenzaron a sonar canciones como “Man in the Mirror, Heal the World y Human Nature. Me sentí destrozada por alguna de esas historias y las canciones que les siguieron.
Los tributos surgían de todas partes, de cada rincón del mundo.
Guau!, pensé. Este hombre, Michael Jackson, es grande.
Entonces fue cuando comenzó mi curiosidad. ¿Qué tenía de especial? Al día siguiente descargué esas maravillosas canciones que había escuchado en la radio la noche anterior y empecé a investigar. Nada en el mundo podía haberme preparado para el momento en que comencé a enterarme de quién era Michael Jackson.
Los siguientes días consistieron para mí en leer, escuchar, hablar y explorar el mundo de Michael Jackson. Leía unas pocas biografías, pensamientos de su familia y amigos, y sus propios pensamientos. Mi corazón se llenó de afecto. Vi los videos de sus canciones –short films- y sus videos caseros. Por primera vez en mi vida, le vi bailar, le escuché cantar y escuché su voz infantil y su risa. Vi su desgarradoramente hermosa sonrisa y su pelo negro y rizado.
Vi videos suyos visitando a niños enfermos, llevándoles regalos con su eterna sonrisa. Mi corazón se rompió. Vi sus conciertos en directo y cerré mis ojos cuando cantaba canciones como “You Are Not Alone” y “I’ll Be There”. Se convirtió en alguien cercano; sentí que estaba cantando para mí. Me levanté y bailé sus canciones más movidas, lloré sin parar con las más íntimas. Se convirtió en un modelo a seguir; sonreí, reí, bailé, lloré y lloré mucho más. Estuve levantada hasta el amanecer solo por ver a Michael Jackson. Se convirtió literalmente en mi adicción.
¿Por qué descubro a este hombre ahora? Me pregunté.
¿Por qué no ha hablado el mundo entero de él, proclamándole el rey?
Sentía que había vivido bajo una roca mi vida entera.
No tuve una infancia terrible, pero siento que se fue demasiado pronto. Por tanto, me sentía desgraciada. Hasta junio de 2009, era una persona muy triste, siempre sola. Tenía “amigos” pero ninguno como “Ben”. Me sentía muy sola y miraba mi futuro con pensamientos negativos: Estás sola; siempre estarás sola… no tienes talento. No mereces la pena.
Por eso cuando escuché por primera vez “You Are Not Alone”, la ponía sin parar. Porque, por primera vez en mi vida, comencé a creerlo. Empecé a tener confianza y empecé a pensar en mi futuro. Volví a escribir otra vez (algo que no había hecho en mucho tiempo), y me hace feliz decir que escribí mi primer relato corto después de años, con la inspiración de Michael.
Por primera vez en mi vida, escuché la música que de muchas maneras me sanó. Finalmente tuve evasión, no solo con la música, sino con su persona. Su voz, su risa, y su manera de ser…
Él me hizo creer en cosas en las que nunca había creído antes; me inspiró para intentar hacer nuevas cosas; a amar a otros por quienes eran, no por lo que eran (su color, su nacionalidad); a apreciar los pequeños, pero mágicos aspectos de la naturaleza; me enseñó cómo vivir off the wall –alocadamente-; a perseguir mis sueños, no importa lo que la gente negativa dijera. Me enseñó que puedo cambiar el mundo; que de verdad puedo. Michael me ha enseñado a pensar a lo grande, a seguir adelante en la vida, pero siempre con humildad. La humildad lo es todo.
Cuando digo que amo a Michael Jackson, que le estoy agradecida, que es un placer del cielo, lo digo con cada célula de mi ser.
Kimberly.
Este es uno de los testimonios que aparecen en el apartado de Una Nueva Generación de Fans de Michael Jackson en la página MICHAEL JACKSON TRIBUTE PORTRAIT
The Michael Jackson Tribute Portrait