AMOR ETERNO
Toda una vida juntos
ARTÍCULO POSITIVO Y ESPERANZADOR
Pablo Scarpellini | Los Ángeles
¿Suicidio de Michael Jackson? Parece la única salida que le queda a un hombre que todos dan por condenado. Conrad Murray, que este martes se sentará en el banquillo de los acusados por la muerte de Michel Jackson, tratará de convencer al jurado de que fue la adicción del "Rey del Pop" la que le llevó a consumir el Propofol que le llevó a la tumba antes de tiempo.
Es un argumento enrevesado y con varios testigos en contra - como el guardaespaldas de Jackson y la familia del cantante, que nunca vieron con buenos ojos el proceder de Murray -, pero igualmente tratarán de sacarlo adelante. Esto y el argumento del "cabeza de turco", el que asegura que Murray fue sólo la punta del "iceberg" de una trama orquestada por sus promotores y por médicos a sueldo, de dudosa reputación, que participaron de una adicción paulatina para tener a Jackson bajo control.
En el otro bando, el de la acusación, demostrarán ante el juez que Murray - el galeno que Jackson contrató para preparar su vuelta a los escenarios en el verano de 2009 - actuó con negligencia en la madrugada del 25 de junio de 2009, reaccionando tarde al paro cardíaco del intérprete de "Thriller" y tomándose un valioso tiempo para esconder pruebas que le hubieran incriminado.
Todo ello ante un juez, Michael Pastor, que ha rechazado algunos de los testigos propuestos por la defensa de Murray por considerarlos irrelevantes y con la prueba irrefutable de que el médico se las arregló, a través de sus contactos, para conseguir un anestésico prohibido fuera del hospital.
La defensa de Murray tratará de obviar ese detalle y concentrarse en el hecho de que se encontraron 13 miligramos del anestésico en el estómago de Jackson, con el fin de demostrar que el cantante se tomó una pastilla de Propofol. Pretenden hacer creer al jurado que nunca hubo una inyección por parte de Murray, sino que Jackson prefirió el método oral ( algo muy raro en el caso del Propofol, según expertos médicos ).
Aunque el médico de origen caribeño siempre ha pregonado su inocencia "a los cuatro vientos", todo apunta a que pasará los próximos cuatro años entre rejas.
Tiene a toda la familia Jackson culpándole de la muerte del ídolo y varios testigos en contra: entre ellos, dos de los hijos de Jackson, presentes aquella trágica mañana. Tanto Prince como Paris esperan dar testimonio implicando a Murray en la muerte de su padre. Dos relatos que, de llegar a darse, podrían condicionar - y mucho - al jurado en su decisión final.
Hoy, en un tribunal de Los Ángeles, se empezará a aclarar la trama de uno de los casos más publicitados que se recuerdan.
Fuente: http://www.elmundo.es/america/2011/09/26/gentes/1317067483.html
Pablo Scarpellini | Los Ángeles
¿Suicidio de Michael Jackson? Parece la única salida que le queda a un hombre que todos dan por condenado. Conrad Murray, que este martes se sentará en el banquillo de los acusados por la muerte de Michel Jackson, tratará de convencer al jurado de que fue la adicción del "Rey del Pop" la que le llevó a consumir el Propofol que le llevó a la tumba antes de tiempo.
Es un argumento enrevesado y con varios testigos en contra - como el guardaespaldas de Jackson y la familia del cantante, que nunca vieron con buenos ojos el proceder de Murray -, pero igualmente tratarán de sacarlo adelante. Esto y el argumento del "cabeza de turco", el que asegura que Murray fue sólo la punta del "iceberg" de una trama orquestada por sus promotores y por médicos a sueldo, de dudosa reputación, que participaron de una adicción paulatina para tener a Jackson bajo control.
En el otro bando, el de la acusación, demostrarán ante el juez que Murray - el galeno que Jackson contrató para preparar su vuelta a los escenarios en el verano de 2009 - actuó con negligencia en la madrugada del 25 de junio de 2009, reaccionando tarde al paro cardíaco del intérprete de "Thriller" y tomándose un valioso tiempo para esconder pruebas que le hubieran incriminado.
Todo ello ante un juez, Michael Pastor, que ha rechazado algunos de los testigos propuestos por la defensa de Murray por considerarlos irrelevantes y con la prueba irrefutable de que el médico se las arregló, a través de sus contactos, para conseguir un anestésico prohibido fuera del hospital.
La defensa de Murray tratará de obviar ese detalle y concentrarse en el hecho de que se encontraron 13 miligramos del anestésico en el estómago de Jackson, con el fin de demostrar que el cantante se tomó una pastilla de Propofol. Pretenden hacer creer al jurado que nunca hubo una inyección por parte de Murray, sino que Jackson prefirió el método oral ( algo muy raro en el caso del Propofol, según expertos médicos ).
Aunque el médico de origen caribeño siempre ha pregonado su inocencia "a los cuatro vientos", todo apunta a que pasará los próximos cuatro años entre rejas.
Tiene a toda la familia Jackson culpándole de la muerte del ídolo y varios testigos en contra: entre ellos, dos de los hijos de Jackson, presentes aquella trágica mañana. Tanto Prince como Paris esperan dar testimonio implicando a Murray en la muerte de su padre. Dos relatos que, de llegar a darse, podrían condicionar - y mucho - al jurado en su decisión final.
Hoy, en un tribunal de Los Ángeles, se empezará a aclarar la trama de uno de los casos más publicitados que se recuerdan.
Fuente: http://www.elmundo.es/america/2011/09/26/gentes/1317067483.html