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Artículo Teddy Riley + MJ: La historia del New Jack Swing

Siberian Husky

Con el alma y mente puestos en mi madre
Muy buenas,

No me complacen las generalizaciones vacuas y categóricas, como norma general. Tampoco en lo relativo a la catalogación de un determinado género musical, como el de la música disco. Más que otorgarle un calificativo fundado en la excelencia, o de signo peyorativo de forma abstracta, habría que distinguir entre "buenas" y "malas" ejemplificaciones de piezas pertenecientes a dicho tipo de música, en cuanto a su melodía, composición y arreglos. Puesto que, para mí, a título personal, existe una línea divisoria en estándar de calidad entre la música excelente, y la mediocre (la cual suele abundar en mayor cuantía y medida, por desgracia, y siempre lo ha hecho, por otra parte, pues la distinción en la diferencia de brillantez y resplandor con respecto a lo mundano brilla, por definición, por su ausencia, salvo en elementos muy singulares y contados).

No definiría a Girlfriend como un tema repudiable en la discografía de Michael Jackson. Aunque previsiblemente se torne, con facilidad, como la canción más endeble de la terna contenida en el álbum Off the Wall (por cierto, uno de mis predilectos en el plano personal), contiene un marchamo de placidez en su aura afable y risueña que se transmite fácilmente al oyente, insuflándole gratas vibraciones que la terminan haciendo, de un modo u otro, ciertamente disfrutable -a pesar del componente innegable de tramposidad que se encierra en su letra; en ella, Jackson amenaza a su amante con revelarle a la pareja de ésta su "idilio"-. Un fenómeno, por cierto, presente y palpable durante gran parte del disco en su conjunto, e igualmente identificable en otros trabajos previos, como The Jacksons, Goin' Places o Destiny, los tres del grupo. Huelga precisar que he sido testigo de la versión original, interpretada por Paul McCartney, y (algo inhabitual en mí, poco amigo de adaptaciones) me decanto por la de Michael.

En relación con Stevie Wonder, ojalá algún día tengamos constancia de las sesiones que protagonizó con Michael, con motivo de aquel álbum en que conllevaron trabajando en 1974, y del que no se supo más, hasta el momento, pues en dicho período conocimos al Stevie más fértil, en términos de inspiración y halo de gracia, gracias a la publicación de sus proyectos más emblemáticos, como, por ejemplo, Songs in the Key of Life, dos años más tarde.

De acuerdo con mi criterio (que podrá no ser compartido por vosotros), Stevie y Michael colaboraron tardíamente, en una etapa en la que el primero ya había comenzado (levemente) su natural, comprensible y lógica cuesta abajo (pues no siempre un solista puede preservarse pródigo en el cénit de sus capacidades y aptitudes, por tiempo indefinido). Con lo cual, ya no se hallaban ambos, coincidentemente hablando, en el punto más álgido de sus respectivas carreras. Aunque Just Good Friends y Get It constituyen dos buenas muestras, de un binomio como el protagonizado por ambos se habría presagiado un resultado, en lo tocante a su rendimiento, mucho más ambicioso, acorde a sus credenciales mutuas.

Hay que recordar que Just Good Friends, si no me hallo errado en mi afirmación, fue compuesta, respectivamente, por Graham Lyle y Terry Britten, los mismos que, apenas un bienio con anterioridad, despacharon el monumental éxito de ventas que supuso el sencillo We Don't Need Another Hero (Thunderdome), al servicio de Tina Turner. Muy previsiblemente, Jackson persiguió una jugada maestra de alcance similar, pero resulta a todas luces obvio el hecho de que no lo pudo conseguir.

Por último, la fase de mayor expansión creativa a todos los niveles para Michael Jackson tuvo lugar, para mí, entre 1978-1993, la edad dorada por la que va a ser reconocido para la posteridad. Y de entre sus colaboradores, las de mayor entidad para él supusieron Quincy Jones (en virtud de la producción de tres de sus trabajos más icónicos) y Rod Temperton (letrista de algunas de sus pistas más memorables, como Rock with You, Off the Wall, o Thriller.

No obstante lo anterior, siempre que se lo propuso con tesón y sin ambages, el mejor compositor fue él mismo. Especialmente, a mediados de los años 80. Debió haber proseguido dicha senda de autocomposición prácticamente íntegra de su obra musical, pero por alguna circunstancia ello no dispuso de continuidad, debiendo precisar, en mayor o menor medida, del concurso de terceros para el acabado y depuración de las ideas que iban, venían y fluían por doquier en las sesiones de grabación en el estudio. Empero lo apuntado sobre estas líneas, no se halló exento de nuevas muescas en el revólver de la grandiosidad artística en los 90: Who Is It, Heal the World, Will You Be There, They Don't Care About Us, Stranger in Moscow, Earth Song, o la para mí infravalorada Money así lo atestiguan.

En mi opinión, Michael se sintió sumamente cómodo, musicalmente hablando, en la década de los 80, conociendo a la perfección de qué manera refundir las tradiciones de la música negra convencional de los 60 y 70 de las que tanto se había impregnado desde pequeño, para plasmarlas en un sonido único, inconfundible, marca de la casa, distintiguible de inmediato para cualquiera que osara escucharlo para, acto seguido, exclamar: ¡esta canción corresponde a Michael Jackson!

Cuando materializó su propósito de accesión al trono, a partir de los 90 (época en la que, subjetivamente, yo creo que Michael, en el ámbito musical, no se sentía tan identificado como con las precedentes) debió emprender la hoja de ruta que os acabo de ilustrar atrás, imbuido por la simple necesidad (más que por afán) de preservar el estatus predominante adquirido, debiendo, por una simple cuestión de supervivencia en un medio cada vez más voluble y cambiante, acomodarse a las tendencias modales de nuevo cuño que iban imponiéndose a marchas forzadas y, por consiguiente, garantizarse (como ha terminado conquistando tal derecho) su vitola de artista completo y con una trayectoria discográfica global estable y atemporal. Esto es, que para proseguir en la cresta de la ola debía acometer una innovación progresiva y paulatina en su caracterización como personalidad-marca, en aras de la renovación, tan indispensable como aconsejable para todo aquel interesado en su continuidad como referente impulsor en el panorama musical, como él siempre tuvo en mente como una de sus metas más quintaesenciales.


Un cordial saludo.
 
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pussycontrol

HideOuter Gayhetero
¿y en tu opinion S. Husky por qué crees que delegó a partir de Dangerous en otros productores-brillantes también pero en efecto y por tanto ya no su talento solo?
En mi percepción y viendo los excelentes resulta2 de sus composiciones del disco Bad-si hubiera prosegido evolucionando en ese sonido por su cuenta habríamos tenido el sonido jackson mas genuino posible y no tener que verlo tras el filtro "newjackswingniano" o Jerkinsiano" (¡qué palabros por dos, xp!).

Como vengo diciendo una posible causa, a la vista de por eje la demo de Dangerous, podría ser que como el mismo reconoce en las declaraciones del juicio por este tema no estaba satisfecho con el sonido: no lo consideraba suficientemente contemporáneo, afilado mas en el pulso de la calle urban/hip hop style y vio que ese objetivo entonces lo podía lograr-supo verlo y valorarlo como merece- con la ayuda de Riley como, visto lo visto, así fue.

Pero luego, curiosamente tenemos la maravilla de TDCAU en el disco siguiente y nos volvemos a quedar turulato/as:mareao::p con el prodigio rítmico que (con)tiene tal tema, es decir constatamos aquello de que si quería podía; en fin arcanos=motivos que él solo sabría ¿verdad?
 
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¿Puede poner un caso donde crees que Janet hizo mas uso de estilo?
De entrada si acaso me suena en el fabuloso The Knowledge:cool::qtal::y: pero ahí como sabemos no está Riley evidentemente

En los álbumes "Control" (sin el pussy :p) y "Rhythm Nation 1814" (ambos con Jimmy Jam y Terry Lewis). De hecho a Control se le conoce como el origen o la explosión del NJS.
 

pussycontrol

HideOuter Gayhetero
En los álbumes "Control" (sin el pussy :p) y "Rhythm Nation 1814" (ambos con Jimmy Jam y Terry Lewis). De hecho a Control se le conoce como el origen o la explosión del NJS.

¿¡Tú crees, really!? ¿En qué te basas para argumentar eso? ¿Alguna fuente?:mmm:

En mi opinión, basándome en lo que conozco sobre la música de Janet, ella básicamente hacía el famoso sonido Minneapolis vía fichaje Jam&Lewis representantes con The Time de ese estilo, u know.
 

spy

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Muy buenas,

No me complacen las generalizaciones vacuas y categóricas, como norma general. Tampoco en lo relativo a la catalogación de un determinado género musical, como el de la música disco. Más que otorgarle un calificativo fundado en la excelencia, o de signo peyorativo de forma abstracta, habría que distinguir entre "buenas" y "malas" ejemplificaciones de piezas pertenecientes a dicho tipo de música, en cuanto a su melodía, composición y arreglos. Puesto que, para mí, a título personal, existe una línea divisoria en estándar de calidad entre la música excelente, y la mediocre (la cual suele abundar en mayor cuantía y medida, por desgracia, y siempre lo ha hecho, por otra parte, pues la distinción en la diferencia de brillantez y resplandor con respecto a lo mundano brilla, por definición, por su ausencia, salvo en elementos muy singulares y contados).

No definiría a Girlfriend como un tema repudiable en la discografía de Michael Jackson. Aunque previsiblemente se torne, con facilidad, como la canción más endeble de la terna contenida en el álbum Off the Wall (por cierto, uno de mis predilectos en el plano personal), contiene un marchamo de placidez en su aura afable y risueña que se transmite fácilmente al oyente, insuflándole gratas vibraciones que la terminan haciendo, de un modo u otro, ciertamente disfrutable -a pesar del componente innegable de tramposidad que se encierra en su letra; en ella, Jackson amenaza a su amante con revelarle a la pareja de ésta su "idilio"-. Un fenómeno, por cierto, presente y palpable durante gran parte del disco en su conjunto, e igualmente identificable en otros trabajos previos, como The Jacksons, Goin' Places o Destiny, los tres del grupo. Huelga precisar que he sido testigo de la versión original, interpretada por Paul McCartney, y (algo inhabitual en mí, poco amigo de adaptaciones) me decanto por la de Michael.

En relación con Stevie Wonder, ojalá algún día tengamos constancia de las sesiones que protagonizó con Michael, con motivo de aquel álbum en que conllevaron trabajando en 1974, y del que no se supo más, hasta el momento, pues en dicho período conocimos al Stevie más fértil, en términos de inspiración y halo de gracia, gracias a la publicación de sus proyectos más emblemáticos, como, por ejemplo, Songs in the Key of Life, dos años más tarde.

De acuerdo con mi criterio (que podrá no ser compartido por vosotros), Stevie y Michael colaboraron tardíamente, en una etapa en la que el primero ya había comenzado (levemente) su natural, comprensible y lógica cuesta abajo (pues no siempre un solista puede preservarse pródigo en el cénit de sus capacidades y aptitudes, por tiempo indefinido). Con lo cual, ya no se hallaban ambos, coincidentemente hablando, en el punto más álgido de sus respectivas carreras. Aunque Just Good Friends y Get It constituyen dos buenas muestras, de un binomio como el protagonizado por ambos se habría presagiado un resultado, en lo tocante a su rendimiento, mucho más ambicioso, acorde a sus credenciales mutuas.

Hay que recordar que Just Good Friends, si no me hallo errado en mi afirmación, fue compuesta, respectivamente, por Graham Lyle y Terry Britten, los mismos que, apenas un bienio con anterioridad, despacharon el monumental éxito de ventas que supuso el sencillo We Don't Need Another Hero (Thunderdome), al servicio de Tina Turner. Muy previsiblemente, Jackson persiguió una jugada maestra de alcance similar, pero resulta a todas luces obvio el hecho de que no lo pudo conseguir.

Por último, la fase de mayor expansión creativa a todos los niveles para Michael Jackson tuvo lugar, para mí, entre 1978-1993, la edad dorada por la que va a ser reconocido para la posteridad. Y de entre sus colaboradores, las de mayor entidad para él supusieron Quincy Jones (en virtud de la producción de tres de sus trabajos más icónicos) y Rod Temperton (letrista de algunas de sus pistas más memorables, como Rock with You, Off the Wall, o Thriller.

No obstante lo anterior, siempre que se lo propuso con tesón y sin ambages, el mejor compositor fue él mismo. Especialmente, a mediados de los años 80. Debió haber proseguido dicha senda de autocomposición prácticamente íntegra de su obra musical, pero por alguna circunstancia ello no dispuso de continuidad, debiendo precisar, en mayor o menor medida, del concurso de terceros para el acabado y depuración de las ideas que iban, venían y fluían por doquier en las sesiones de grabación en el estudio. Empero lo apuntado sobre estas líneas, no se halló exento de nuevas muescas en el revólver de la grandiosidad artística en los 90: Who Is It, Heal the World, Will You Be There, They Don't Care About Us, Stranger in Moscow, Earth Song, o la para mí infravalorada Money así lo atestiguan.

En mi opinión, Michael se sintió sumamente cómodo, musicalmente hablando, en la década de los 80, conociendo a la perfección de qué manera refundir las tradiciones de la música negra convencional de los 60 y 70 de las que tanto se había impregnado desde pequeño, para plasmarlas en un sonido único, inconfundible, marca de la casa, distintiguible de inmediato para cualquiera que osara escucharlo para, acto seguido, exclamar: ¡esta canción corresponde a Michael Jackson!

Cuando materializó su propósito de accesión al trono, a partir de los 90 (época en la que, subjetivamente, yo creo que Michael, en el ámbito musical, no se sentía tan identificado como con las precedentes) debió emprender la hoja de ruta que os acabo de ilustrar atrás, imbuido por la simple necesidad (más que por afán) de preservar el estatus predominante adquirido, debiendo, por una simple cuestión de supervivencia en un medio cada vez más voluble y cambiante, acomodarse a las tendencias modales de nuevo cuño que iban imponiéndose a marchas forzadas y, por consiguiente, garantizarse (como ha terminado conquistando tal derecho) su vitola de artista completo y con una trayectoria discográfica global estable y atemporal. Esto es, que para proseguir en la cresta de la ola debía acometer una innovación progresiva y paulatina en su caracterización como personalidad-marca, en aras de la renovación, tan indispensable como aconsejable para todo aquel interesado en su continuidad como referente impulsor en el panorama musical, como él siempre tuvo en mente como una de sus metas más quintaesenciales.


Un cordial saludo.

Muy buen post como nos tienes acostumbrados; tienes toda la razón Money es un tema muy pero muy infravalorado en especial líricamente. No sé por qué pero siempre he pensado que este tema hubiera quedado bien dentro de Sign O' The Times de Prince.
 

pussycontrol

HideOuter Gayhetero
El propio Riley. Léete el artículo entero. :lee::D

Vale, touché; de todas formas no es menos cierto que el sonido de Janet en tanto que con tales productores la esencia es el referido sonido funk Minneapolis.

pd: ¿puedes anyway porfas comentar un poco- siquiera someramente- la parte concreta del propio Riley en el artículo?
 
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