Donald Trump da miedo, pero a mi lo que me da miedo de verdad es constatar que vivimos en un mundo en el que parece que lo que abunda son los bajos instintos del odio, la desconfianza, la intolerancia, el racismo, la xenofobia, la homofobia, el machismo, etc. que están en su mayor parte ocultos pero que están ahí, y que sólo hace falta que aparezca un líder iluminado que los haga salir a la luz. Eso es lo que le ha dado la clave del triunfo a Trump, un triunfo inesperado ya que los sondeos daban como ganadora a Hillary precisamente por eso, porque más gente que piensa así de lo que parece, y que aunque no lo digan apoyan esas ideas. Trump con su campaña de agitación ha sacado lo peor de los estadounidenses. Se ha hecho con la presidencia gracias al voto de una mayoría blanca y pobre, a los que ha convencido de que los culpables de su empobrecimiento y falta de oportunidades son las políticas del partido demócrata que les ha dejado de lado y con las que Hillary continuaría, y los inmigrantes que vienen a quitarles el trabajo, a los que hay que cerrar la puerta para que no vengan más (cosa que de manera asombrosa ha calado incluso en los hispanos, que en muchos casos pueden ser los primeros en querer cerrar la puerta a otros hispanos que vengan detrás y así proteger mejor sus intereses), y le ha dado resultado. Es cierto que Hillary representa el establishment y está bajo el control de Wall Street y el partido demócrata no eligió una buena candidata, mucho mejor opción para pelear contra Trump hubiera sido Bernie Sanders que estaba creando un movimiento social como no se veía allí en décadas. Elegir al menos malo no resultó ser una buena opción, pero pensar que un empresario multimillonario como Donald Trump va a llevar a cabo un cambio y a hacer justicia con el proletariado es ridículo, cuando los que le han votado con esa idea vean a quién va a poner al frente de las carteras del gobierno se van a quedar de piedra, un equipo formado por financieros, magnates del petróleo y ex-banqueros que van a dejar que Hillary hasta parezca el anti-establishment..., se está postulando cada joyita que da miedo, más conservadores que Trump todavia. En fin, ha engañado a todo el mundo. Han puesto al frente de la Casa Blanca a un feriante, a un showman, sin ninguna experiencia en política que no va a hacer ni la mitad de la mitad de la mitad de lo que ha prometido, primero porque mucho es irrealizable (lo del muro, la deportación de 11 millones de personas, cargarse los tratados de libre comercio, etc.) y segundo porque las decisiones no las va a tomar él sino el partido republicano, en cuyas filas muchos no están de acuerdo con muchas de esas medidas que prometió porque no les interesan ni lo más mínimo, pero que fueron promesas que sirvieron para ganar votos y les dieron la victoria a los republicanos. Ya de momento le impusieron que fuera moderado en su discurso tras ganar la presidencia y que abandonara su tono agresivo y así consiguieron frenar la caída de las bolsas y que no fuera estrepitosa, ahora le toca hacer lo que le mandan, como por otro lado les tocó hacer a los anteriores presidentes, que aquí ninguno ha sido lo que prometía, ni Obama siquiera. Me gustaría ver la cara de los que le aplaudieron y le votaron por decir que si ganaba iba a pedir que investigaran a Hillary para meterla en la cárcel cuando dijo en su discurso que le agradecía sus años de dedicación al país, o la cara de los racistas y xenófobos que le votaron cuando dijo y recalcó que iba a gobernar para TODOS los estadounidenses.
Es difícil vaticinar lo que ocurrirá a partir de ahora y los efectos que tendrá la elección de Trump como presidente de la primera potencia mundial, en EEUU la política económica presenta pocos cambios y mantiene una línea muy similar esté el partido demócrata o el republicano, habrá un mayor proteccionismo pero no tan extremo como propuso Trump porque por ejemplo aumentar mucho los aranceles a los productos que vienen de China o Mexico subiría la inflación y eso lejos de enriquecer a la población podría ser catastrófico, pero en cuanto a las minorías estas se ven perjudicadas cuando gobiernan los republicanos. Con la derrota de los demócratas se ha perdido la posibilidad de tener al frente de la fiscalía general del estado (al fiscal general de los EEUU lo elige el presidente) a una persona progresista y más afín a los intereses de esas minorías, la que está ahora es afroamericana. Y se esfuma totalmente la posibilidad de conseguir un sistema de salud asequible a todos los estadounidenses que Obama dejó a medias y que este va a finiquitar nada más llegue. Y adiós a la lucha contra el cambio climático por parte de la primera potencia mundial, algo desastroso pero qué se puede esperar de alguien que apoya el uso del petróleo y de la energía nuclear y que seguramente pondrá a un magnate del petróleo al frente de la secretaría de energía. Va a reforzar la presencia militar, posiblemente ocurrirá algo parecido a lo que pasó con Bush o peor.
Es una gran preocupación que una persona con estas características esté al frente de la presidencia de los eeuu, pero lo más preocupante es el discurso de odio y discriminación que se está instalando en la sociedad, no sólo la norteamericana sino que en Europa también con el auge de la ultraderecha.
Si seguimos eligiendo líderes tan nefastos preparémonos para una época de regresión muy oscura, preparémonos para lo peor.