Veo que algunas de las respuestas que han dado por aquí tienen partes verdaderas o bien justificadas y otras partes no tanto.
"Aunque es cierto que mirar debates entre teólogos (o de teólogos contra científicos y demás) puede ser fascinante eso no la vuelve una ciencia, ni tampoco significa que la astrofísica o la matemática esté buscando disputándose el campo.
Tampoco del hecho de que no “estudie” nada real se deriva que no sea una ciencia. Tal vez no sería una ciencia fáctica, pero basados únicamente en este criterio bien podría ser una ciencia formal o conceptual, como la matemática, la semántica y la lógica (pues ninguna de ellas estudia entidades reales).
El que su objeto de estudio sea “emocional” no nos dice nada sobre su cientificidad o acientificidad. El objeto de estudio de buena parte de la psicología es precisamente la emocional, y no por eso negamos que la psicología sea una ciencia (por lo menos, una en vías de maduración).
El que una disciplina o campo de investigación no se guíe con el método científico no le restaría valor necesariamente, sobre todo si su propósito es distinto del de las ciencias fácticas (aunque el ignorar el método científico sí es un indicio de sospecha: podría ser que estamos hablando de especulación desenfrenada). Por sí misma, esta razón (aunque tal vez necesaria) no es suficiente para descartar a la teología.
Por último, en efecto decir que es “estudio de” algo no nos dice nada en realidad, y por tanto no hay forma de evaluar tal campo partiendo solo de la etimología.
Lo importante para saber si la teología es una ciencia es saber, primero, cuáles son sus principios generales, sus métodos y la clase de conocimiento que se supone a producido. Una “teoría” no es en ningún sentido en el que esta palabra tiene algún sentido, sea en forma de teoría científica (que de serlo, estaríamos hablando de una teoría dentro de alguna ciencia) o de sentido común (como una idea, ocurrencia o especulación).
La teología no nace como una ciencia en el sentido moderno en que entendemos este término. Nace en el período medieval como un intento intelectual por justificar (racionalizar) el dogma religioso. Aquí entonces ya podemos hablar de sus principios generales: la teología da por supuesto que el dogma de la religión del teólogo es verdadera (así lo supone el teólogo cristiano, el musulmán, el judío o el hinduista), lo que significa que toda teología adopta por definición el sobrenaturalismo, no investiga y no se cuestiona, solo lo acepta.
Los métodos de la teología para producir “conocimiento” son la revelación y la interpretación de las sagradas escrituras mediante controversias sobre la interpretación (hermenéutica). Al dar por supuesto que cierto conjunto de dogmas son una verdad revelada enviada por Dios a los humanos en un libro, no se preocupa por investigar si tales escritos no son en realidad especulaciones, lecciones, relatos y mitos de pueblos antiguos analfabetos. Su criterio de verdad se basa únicamente en presentar coherencia con las escrituras o con el dogma defendido por la institución religiosa a la que pertenece (por ejemplo, la iglesia católica). Siendo así, nos encontramos con que no produce conocimientos ni sobre el mundo real ni sobre conceptos o ideas que ayuden a comprender el mundo real (como sí hacen las ciencias formales).
Visto todo esto, podemos concluir que los principios de la teología son contrarios a los de la ciencia (que es naturalista, o sea, prescinde de lo sobrenatural para ofrecer y elaborar explicaciones sobre el mundo real), sus métodos son en realidad un brusco mecanismo de petición de principio, donde no solo no se interesan por investigar los orígenes de sus creencias, sino que históricamente han despreciado y condenado el estudio serio del origen de las religiones. En base a esto, el “conocimiento” que aseguran haber producido no es distinto que el conocimiento que un fan de cómics puede producir sobre Batman o sobre Spiderman: serán historias elaboradas, con excelente trama, con huecos lógicos que fomentan la especulación de los fans, incluso pueden ser bellas piezas literarias aderezadas con reflexiones filosóficas, pero la diferencia está únicamente en que todos aceptamos en esta época de la historia que Batman o Spiderman no existen.
Entonces, si no es una ciencia, ¿qué es la teología? Basados en el análisis sencillo que hemos hecho, podemos decir que es un tipo de ideología: los teólogos no están interesados en saber la verdad sino de interpretar la realidad de un modo que encaje con sus dogmas incuestionables, los cuales no solo pretenden ser bellas elucubraciones mitológicas o épicas, sino que buscan el control o la justificación moral, jurídico o político de cierta autoridad (la iglesia) por encima de los demás.
Es desafortunado que en nuestra época sigan existiendo las carreras en teología dentro de universidades prestigiosas, y peor aún que se siga viendo a los teólogos como eruditos o intelectuales. Es como pensar que una universidad ofrezca una maestría en marxismo o en capitalismo. Y muy importante es saber distinguir la teología de los campos de investigación auténticos que tratan de producir conocimientos sobre un fenómeno cultural tan importante de entender como lo es la religión: la filosofía de la religión, la historia comparada de las religiones, la mitología, la antropología, y la psicología de la religión (aunque a veces puede verse contaminadas estas áreas de prejuicios religiosos)".