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La relación Jackson-McCartney segun la Paul McCartney Encyclopedia

CIndy Sil jackson:

Cuando Michael y Quincy Jones tuvieron que visitar a McCartney en su rancho de Tucson, Arizona, en diciembre de 1981, pasaron un par de días ensayando y disfrutando de la obsesión compartida por los músicos por los dibujos animados. McCartney, sin embargo, expresó cierto temor por el tono bubblegum de la canción. Le preocupaba especialmente el uso empalagoso de la palabra «doggone». «Se podría decir que es superficial», admitió. «Cuando lo comenté con Michael, me explicó que no buscaba profundidad, sino ritmo y sentimiento».


Personalmente adoro (tal es la palabra) ese tono bubblegum si es tal.
Como ya he referido en alguna que otra ocasión: la instrumentación (e incluso las voces) la escucho, me transmite un ambiente de ensueño, de fantasy land, pura magia Disney si se quiere.
 
Fue una traición lo que hizo Michael a Paul, no me sorprende nada que Paul estuviera enojado y peor aún que haya ignorado sus peticiones y además que permitiera que la música de The Beatles fuera usada para comerciales, Michael estaría igual de encabronado y alguien le hubiera hecho lo mismo.
 
Fue una traición lo que hizo Michael a Paul, no me sorprende nada que Paul estuviera enojado y peor aún que haya ignorado sus peticiones y además que permitiera que la música de The Beatles fuera usada para comerciales, Michael estaría igual de encabronado y alguien le hubiera hecho lo mismo.
Tanto como traición...
El catálogo estaba en venta y fue el propio McCartney el que le comentó lo de comprar música.
Si tienes toda la pasta del mundo, pues tiras a lo que pueda dar más dinero.
Se que McCartney intentó convencer a Ono de comprarlas , pero ella pasaba. Y él tampoco tenía tanto dinero para hacer la operación solo.
 
CIndy Sil jackson:

Cuando Michael y Quincy Jones tuvieron que visitar a McCartney en su rancho de Tucson, Arizona, en diciembre de 1981, pasaron un par de días ensayando y disfrutando de la obsesión compartida por los músicos por los dibujos animados. McCartney, sin embargo, expresó cierto temor por el tono bubblegum de la canción. Le preocupaba especialmente el uso empalagoso de la palabra «doggone». «Se podría decir que es superficial», admitió. «Cuando lo comenté con Michael, me explicó que no buscaba profundidad, sino ritmo y sentimiento».


Personalmente adoro (tal es la palabra) ese tono bubblegum si es tal.
Como ya he referido en alguna que otra ocasión: la instrumentación (e incluso las voces) la escucho, me transmite un ambiente de ensueño, de fantasy land, pura magia Disney si se quiere.
Amo TGIM. Mi canción favorita de Thriller. No digo que es la mejor, pero es mi preferida aunque muchos no la quieran. Y el demo de Michael es hermoso.
 
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