Al hilo de mi ponderación anterior:
Luis de Benito comenta:
“Yo esta música mayoritaria de hoy, trap, reguetón, electrónica comercial... la veo efímera—explica Luis de Benito—. Seguirá sonando música de consumo, pero no los hits presentes porque, aparte de cuestiones técnicas, su público no es de escuchar discos, recuperar trabajos antiguos en casa, buscar esos álbums... como sí puede hacer otro tipo de fans”.
Más que el ‘qué‘, Emilio Mercader intuye el ‘dónde’ sonará la música del futuro. “Hoy hay un abuso del consumo rápido. Las canciones se escuchan y se tiran, como comida rápida, y dentro de 50 años creo que habrá un mercado parecido al actual, en streaming. Hay un cambio de mentalidad social: no necesitas tener nada si está en algún sitio y económicamente es una vía rentable para el autor”.
Suene quien suene, algo que Javier Llano no se atreve a profetizar —“porque no soy futurólogo”—, sí apuesta a que “la música se va a seguir haciendo con programación más que con instrumentos convencionales y con sistemas fáciles de expresarse, como los que ahora están al alcance de todos”, remata".