pussycontrol
HideOuter Gayhetero
Con este claro guiño al tema de Michael quiero transmitir en este post una serie de impresiones acerca de lo que la música significa para mí:
Muchos consideran que la música no tiene validez, es secundaria, en tanto que no aporta nada práctico a la actividad mas pragmática y utilitarista del ser humano, y esto cuando menos es media verdad, pues si bien es así que no se le puede dar un empleo , una utilidad digamos material, por otro lado sí que sirve para mucho mas de lo que se piensa en esos términos: para empezar la buena música aporta, añade una dimensión estética, de belleza, al dia a dia; resalta al escucharla el estado de ánimo-cual sea-de la persona que la escucha, implicando estar mas en contacto con la emoción y por tanto con lo mas genuino y expresivo de uno.
Suelo decir que me siento muy gitano y es que-aunque no conecto con el género musical prototípico de esta etnia: el flamenco-cuando escucho mis músicas favoritas las percibo con la profundidad, intensidad que en general lo hacen los individuos de esta comunidad y que por ello integran totalmente la música como un modo de expresión, tan válido, o mas, que las palabras.
Ellos, para describir la magia que los flamencos trasmiten- cuando además el artista posee y transmite ese algo indefinido pero enormemente sutil, sofisticado y excitante- se refieren al duende.
Pues bien, en justa equivalencia, la etnia negra al otro lado del charco, goza, atesora igualmente ese feeling intenso por la música, sus músicas: soul, funky, gospel, ...y otros "palos" tan placenteros de la música negra. Y el soul= alma es, de manera similar la magia, el "je ne se quoi", de la música. Entonces: duende y soul son equivalentes.
Y aquí es donde sí que definitivamente conecto con ello, sintiendo, viviendo sus melodías, ritmos y en definitiva formando parte de una familia que siente la música como, además de lo dicho, un nexo de unión comunal con el que comunicarse a ese otro nivel sentimental, menos considerado en el promedio general de la población mundial- pero de capital relevancia, presencia e intensidad en nuestras- en mi vida- del cual no prescindiría por nada del mundo porque simplemente sin la música no concibo entender la vida de manera plena.
Muchos consideran que la música no tiene validez, es secundaria, en tanto que no aporta nada práctico a la actividad mas pragmática y utilitarista del ser humano, y esto cuando menos es media verdad, pues si bien es así que no se le puede dar un empleo , una utilidad digamos material, por otro lado sí que sirve para mucho mas de lo que se piensa en esos términos: para empezar la buena música aporta, añade una dimensión estética, de belleza, al dia a dia; resalta al escucharla el estado de ánimo-cual sea-de la persona que la escucha, implicando estar mas en contacto con la emoción y por tanto con lo mas genuino y expresivo de uno.
Suelo decir que me siento muy gitano y es que-aunque no conecto con el género musical prototípico de esta etnia: el flamenco-cuando escucho mis músicas favoritas las percibo con la profundidad, intensidad que en general lo hacen los individuos de esta comunidad y que por ello integran totalmente la música como un modo de expresión, tan válido, o mas, que las palabras.
Ellos, para describir la magia que los flamencos trasmiten- cuando además el artista posee y transmite ese algo indefinido pero enormemente sutil, sofisticado y excitante- se refieren al duende.
Pues bien, en justa equivalencia, la etnia negra al otro lado del charco, goza, atesora igualmente ese feeling intenso por la música, sus músicas: soul, funky, gospel, ...y otros "palos" tan placenteros de la música negra. Y el soul= alma es, de manera similar la magia, el "je ne se quoi", de la música. Entonces: duende y soul son equivalentes.
Y aquí es donde sí que definitivamente conecto con ello, sintiendo, viviendo sus melodías, ritmos y en definitiva formando parte de una familia que siente la música como, además de lo dicho, un nexo de unión comunal con el que comunicarse a ese otro nivel sentimental, menos considerado en el promedio general de la población mundial- pero de capital relevancia, presencia e intensidad en nuestras- en mi vida- del cual no prescindiría por nada del mundo porque simplemente sin la música no concibo entender la vida de manera plena.