Yo penetro en la sombra de los árboles tras la verja
Entre los frutos frescos que sus ramas ofrecen
Pendientes están… también sus almas.
Y al inspirar el aroma de este verdor,
Los hijos de mi memoria el amor me traen…
Amor que se deshace en besos,
Cuando a vuestra sombra, yo,
Me abandono al sueño.
El seno, palpitante ya se ha vuelto
Rojos los labios ahora entreabiertos,
Cálida es la siesta que dora mis cabellos,
Y es el viento que ocioso, mis rizos desata
Tan rico es este sueño…
Blanca la mariposa…
Musa ella de este paraíso sereno,
Aunque a la Naturaleza abandonado entre las negras verjas
Se me antoja así…tan bello.
Y el sol engalana sus alas con un blanco muy blanco
Destellos, de su volar se despojan,
Del jardín… en las rosas,
De los árboles… en las copas,
Del más virgen blanco todo impregnado,
Que de blanca muselina se visten las diosas.
A mi mejilla un ligero rubor se asoma,
Y ahora acude también un beso...
Labios de seda…
Boca que fue hecha de amapolas, ¿Quién será?
¿Quién aquel?, ¿qué en el beso su aroma me ha dejado?
¿Será él?
¿Será mi amor, qué entre las ramas del Edén me andaba curioso observando?.