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¿Sabías que...?

¿Cuál es el origen de la palabra zodíaco?


La palabra inglesa zodiaco deriva de zōdiacus, la forma latinizada del griego antiguo zōdiakòs (ζῳδιακός), que significa "de o relacionado con pequeños animales", siendo Zōdion (ζῴδιον) el diminutivo de zōon (ζῷον, "animal").
 
Sí, existe una conexión entre John Dee y el personaje de James Bond. Se afirma que John Dee, un erudito y consejero de la reina Isabel I, inspiró la creación del personaje de James Bond, y que su número de agente, 007, tiene su origen en los códigos que Dee utilizaba como espía.



El vínculo entre John Dee y James Bond:

  • Inspiración para el personaje:
    Se dice que Ian Fleming, el creador de James Bond, se inspiró en la figura de John Dee, un polímata con conocimientos en matemáticas, astronomía, astrología y ocultismo, al desarrollar el personaje.

El origen del 007:
La leyenda cuenta que John Dee firmaba documentos como espía con el código "007", donde los dos "0" representaban los "dos ojos de la reina", el "7" era un número místico.



  • El trabajo de Dee como espía:
    John Dee fue un consejero cercano de la reina Isabel I, recopilando información y actuando como espía para la corte inglesa.


  • Conocimiento y misterio:
    Al igual que James Bond, John Dee era un hombre de conocimiento, con habilidades en diversas disciplinas, y también estaba rodeado de un halo de misterio y ocultismo.
 
"Mas allá de cierto punto el placer no puede incrementarse (del mismo modo que un cielo brillante no puede tornarse mas brillante), sino tan solo variar. Un nuevo par de zapatos o un smartwatch representan una variación del placer, no un incremento. Sin embargo, toda nuestra cultura del consumo está basada en el supuesto de que la variación del placer equivale al aumento del placer. Esta ecuación defectuosa causa un sufrimiento innecesario".
 
"Stephen Jay Gould, un científico duro, veía una razón práctica para registrar la bondad. La bondad honrada es multiplicada: Es contagiosa. Al presenciar actos de belleza moral se desencadena un aluvión de respuestas físicas y emocionales. Al observar las acciones bondadosas nos animamos a actuar bondadosamente nosotros mismos, un fenómeno confirmado en varios estudios recientes.

La bondad siempre está ahí, la veamos o no, el paleontólogo citado J.Gould designaba este fenómeno como la gran asimetría. Todo episodio espectacular de maldad será compensado por diez mil de bondad". Presenciamos estos actos a diario en las calles y hogares, y, sí, en el metro de las grandes ciudades: un joven cede su asiento a una mujer mayor en hora punta, un hombre de negocios llega tarde a una reunión por ayudar a una madre soltera a llevar la bolsa de la compra, ...
El hecho de que estos actos ordinarios de bondad rara vez sean noticia no los vuelve menos reales ni heroicos".
 
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